jueves, septiembre 17

Con la carcajada comenzaba a presentar su noche, cada destello de diminuta y opaca luz dennotaba el esfuerzo sonriente que le generaba decir al micrófono tocando con la yema de sus dedos: bueno, bueno, buenas, buenas...

Sin carecer de personalidad ni tacto soltó un saludo informal, presentando primeramente su cabellera iluminada con la luz rojiza que la ponía frente a nosotros mas que como a la mandarina, nos hacía pensar en verdadera vida llena de noches y palabras que humeaban de risa que comían croquetas de atún tuny y gritaban suspiros de melancolía deslavada en ese muro rojo y abundante, en el que la luz bajaba a cada segundo promoviendo la subasta de ese sudor que marcaba cada línea de la frente, nos decía de que manera podríamos obtener un segundo de contacto con los ojos que habían visto más de lo que soportaba, ella decía: Queridos.........